martes, 27 de mayo de 2008

Aplausos

Desde que cojí mi primer avión allá por el 2001 no he parado de volar. Hace unos años empecé a volar a menudo a Alemania por temas de trabajo y ahora que resido aquí no paro de volar a España para visitar a mi familia y amigos.

De todos los vuelos que he realizado, sólo aquellos con destino u origen Alemania, son los que más me gustan, porque me hacen sentir como en un cumpleaños.

¿Es que encienden velas? ¿Acaso se "montan" fiestas? ¿Regalan las compañías trozos de tarta?
No, pero hay tantos aplausos como en cualquier cumpleaños de un niño al apagar las velas.
Cada vez que aterriza un avión con pasajeros alemanes, se puede oir una gran ovación llena de aplausos. ¿Pero por qué?

Podríamos decir que es una manera de celebrar que han llegado al destino sanos y salvos pero, ¿acaso no se alegran todas las nacionalidades de ello?

La verdad es que a veces me siento un poco ridícula, no sé, todo el mundo palmoteando en el avión mientras los españoles nos quedamos con la boca abierta y los ojos como platos ante semejante ocurrencia.

Pero esto no acaba aquí, hablando de trabajo en Alemania, acabo de recordar que cuando se terminaba de hacer una exposición (independientemente de quienes estuvieran en la reunión, jefecillos o jefazos e independientemente del tema a exponer), el resto de concurrentes daban por zanjado el tema haciendo sonar sus huesos sesamoideos de la mano contra la mesa, aporreándola con toda la sonoridad posible. Y con las dos manos!

Supongo que a los alemanes, tan fríos como se les considera, tienen que expresar de alguna forma sus emociones, de lo contrarío morirían de rectitud.

martes, 13 de mayo de 2008

Abrazos

Los alemanes tienen fama de ser fríos. Y en general, comparándolos por ejemplo con los españoles, lo son. Pero no siempre.
Cuando consigues hacer un amigo alemán, que no es fácil, y ya tienes confianza con él, debe pasar un tiempo hasta que deja de saludarte con la mano y pasa a saludarte con un beso. Dos ya son un paso gigantesco para un teutón.

Cuando ya has comido en su casa y podéis hablar de temas más privados, como el sueldo (un gran tabú por aquí), entonces puedes pasar a la siguiente etapa de confianza, saludarse o despedirse con un abrazo. Y digamos que para entonces ya habrá pasado un año.

El abrazo alemán es más bien rápido, sin juntar demasiado los cuerpos y como toque final acabará haciendo unos cuantos movimientos de arriba a abajo con su mano en tu espalda.

Y esto es lo que me sorprende, que casi todo el mundo hace este movimiento. ¿Pero por qué? A mí me da la sensación de que no saben que hacer en ese momento de tensión para ellos y matan el nervio moviendo la dichosa mano. Eso lo hacemos en España cuando alguien ha llorado y queremos darle ánimos, ¿no? Pero si yo estoy bien hombre!

Eso de que eso de que me restriegen la mano por la espalda no lo termino de entender y hasta me incomoda. Así que ahora que lo he probado, casi prefiero lo de un beso.
Tendría que haberme quedado en la etapa 2 de la confianza ...

lunes, 5 de mayo de 2008

Flores gratis

Hay que ver la buena fé y la confianza de los alemanes.
Leyendo un post en Diario de un pollo en Deutschland, he recordado algo que me sorprendió en su día y que he olvidado comentaros, y versa sobre la buena fe que se prodigan en Alemania.

Si eres de los que o de las que te van los ramos de flores, aquí tienes tres opciones para hacerte con ellas: la tienda de flores, la máquina de vending de flores (¿cómo? ya ves...metes cinco euros y te sirve un bonito ramo de flores fresco a elegir entre varios modelos) y las flores gratis.

¿Flores gratis? ¿Dónde? Bueno, en realidad no son gratis. Pero seguro que de haberlas en España se las cojían como si lo fueran. El caso es que hay campesinos que cultivan flores (también fresas, calabazas y otros vegetales variados) y las ponen a disposición de quienes las quieran, a cambio de una contribución voluntaria. Llegas, eliges, cortas y listo! Digamos que es un autoservio (de hecho la traducción es "flores para cortar uno mismo"). Vamos, que no hay nadie en la puerta esperando a que les pagues, hay una cestita o hucha para dejar las monedas y punto.

El otro día yo tuve un cumpleaños: la tienda de flores estaba cerrada y en mi pueblo no tenemos la práctica vending, así que me fuí a visitar unos de esos campos y me hice con un ramo de tulipanes la mar de resultón. Coste: 4€ que llevaba sueltos.

Creo que no tengo que decir que pasaría si tuviéramos este sistema en tierra patria...no quedaban ni flores ni caja ni hucha ni ná. Y es que los españoles no nos fíamos de nada (comentario típico: seguro que el mecánico me ha cobrado más horas de mano de obra de las que ha necesitado para reparar el coche...).

Y ya sabéis lo que dicen de los que no se fían: que no son de fiar. Aunque yo me pregunto si los alemanes de verdad son más de fiar que nosotros, o es que están más controlados y no hacen nada "malo" por miedo a que les pillen :-P
...Porque tontos no son, si la gente no pagara, lo hacían una vez y no más Santo Tomás.