Alguien comentó alguna vez que cuando uno camina despacio, empieza a ver aquello que nunca antes vió. Aunque sea en la calle de tu casa, por la que pasas todos los días. Porque cuando uno va sin prisa es capaz de observar más.
Y en estos parajes alemanes caminan pausados. Así que para no parecer extraña, al salir a pasear hoy, he hecho lo mismo. Allá donde fueres, haz lo que vieres. Y es que no cabe más verdad que en un refrán español. Supongo que con los alemanes ocurre lo mismo, pero aún no he aprendido ninguno.
El caso es, como decía, que he salido a pasear, despacio, y se me ha revelado a los ojos un espectáculo increíble.
Y es que aquí la Navidad algunos la celebran sin olvidarse de que fueron niños (informaciones posteriores me confirman que se trata de una pareja de unos 30 y tantos sin hijos) y se ponen a jugar y a vestir a viejos muñecos con ropas olvidadas. Cuelgan corazones y esparcen purpurina.
A mí el resultado me parece casi de miedo, pero me reconforta imaginar lo bien que se lo han pasado montando este seudo Belén.
Yo, por mí, les daba el Master en Decoración Navideña.
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Hace 1 año
2 comentarios:
Pues a mi me ha dado un poco de yuyu esos personajes, se ve que tengo un trauma con Chucky :)
Parecen sacados de una peli americana de miedo en cualquier momento sacan un cuchillo y tienes que salir por pies.
Salu2
Gracias Andrés por tus comentarios. Eres el único, pero me anima! Jejeje
Salu2
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